24 sept 2012

Córdoba / Luis Moreno Segura, Presidente del Banco de Alimentos de Córdoba

«Sólo podemos decir gracias»

Dirige un banco que no cobra intereses. ¿Inverosímil? Aquí está la prueba. El banco de Luis Moreno reparte alimentos en lugar de dividendos y sólo pide a cambio el bienestar de sus clientes





ASÍ está la cosa. Gobiernos que rescatan bancos y bancos que rescatan personas. Como el que preside este señor enjuto y discreto, cuyos fondos propios no se contabilizan en millones de euros ni presta dinero a interés de mercado. El suyo, el Banco de Alimentos, está cimentado sobre activos solidarios y su rentabilidad se mide en dividendos de humanidad. Quiere decirse que su negocio consiste en recoger excedentes alimentarios allá donde sobran para entregarlos a clientes necesitados de generosidad. Todo a un interés del cero por ciento.


-Por lo que se ve, hay bancos y bancos.
-(Risas) De los otros yo no entiendo. Ni quiero entender.

De lo que ha entendido Luis Moreno Segura (Baena, 1930) casi toda su vida ha sido de letra impresa y rotativas. Tanto que en 1954 fundó con un compañero de trabajo y otros cinco socios la cooperativa Tipografía Católica, todo un referente en el sector de artes gráficas en Córdoba. Su evolución fue imparable. Hasta tal punto que llegó a tener 89 socios trabajadores y un volumen de trabajo formidable. «La cooperativa es un modelo de negocio más justo, porque el trabajo y el capital están en las mismas manos. Allí había igualdad total entre todos. Yo fui presidente muchos años y no ganaba más que el resto», subraya.


-¿Y cómo se gobierna un barco con tantos socios?
-Si yo le dijera que todo iba bien siempre no estaría diciendo toda la verdad. Allí se presentaban proyectos de ampliación, por ejemplo, y había socios que no estaban de acuerdo. Nos pasó con La Voz de Córdoba, que para imprimirla había que hacer una inversión muy grande y muchos se negaban. Hasta el punto de que lo echaron para atrás. Pero yo estaba plenamente convencido y acabé por persuadirlos.

-Tiene usted capacidad de liderazgo.
-No. Lo que más convence es el ejemplo y la limpieza en plantear las cosas.

-¿Y acertó usted?
-Le puedo decir que la rotativa nos costó 37 millones de pesetas (222.088 euros), que entonces parecía un disparate. La amortizamos sobradamente y la vendimos por el mismo precio.

Su vínculo con el Banco de Alimentos vino mucho después. Cuando, ya jubilado, una amiga suya le habló de un proyecto humanitario muy interesante en Sevilla. «Fuimos a verlo, comprobamos la labor social que hacían y dijimos sin dudarlo que era un delito si nosotros no poníamos en marcha en Córdoba la misma experiencia». El Banco de Alimentos arrancó en septiembre del año 2004. Y el primer cuatrimestre de su andadura logró distribuir 17.000 kilos de productos básicos. Hoy, ocho años después, la organización benéfica maneja casi 4 millones de kilos al año, cuenta con la colaboración de decenas de voluntarios, 170 socios, dos naves de almacenamiento logístico, tres furgonetas para el transporte y 100.000 euros de presupuesto anual.

La mayor parte de los alimentos los capta de empresas de alimentación que dona gratuitamente los productos que están al borde de la caducidad. Otro 30 por ciento procede de la Unión Europea y la Junta de Andalucía, que los recoge de cooperativas. En un almacén de Mercacórdoba son alojados y clasificados y, posteriormente, se reparten a un total de 194 centros asistenciales (casas de acogida, comedores sociales, parroquias) para su entrega final a las familias sin recursos. Según datos aportados por Moreno Segura, más de 5.000 personas en Córdoba y provincia comen diariamente gracias a este mecanismo solidario. «El número de necesitados está creciendo proporcionalmente, a razón de un 20%, debido a la crisis. Ahora viene un colectivo que antes no venía: gente que se ha quedado sin empleo y tiene que salir adelante».

-¿Queda solidaridad?
-Mucha. Nosotros le damos las gracias a Dios. Donde vamos se abren las puertas. A medida que nos van conociendo, la gente responde estupendamente.

-¿La existencia de un Banco de Alimentos es señal de un fracaso social?
-Lo ideal es que hubiera trabajo para todos y nadie necesitara nada. Pero tenga en cuenta una cosa: pobres siempre ha habido y siempre habrá.

-¿Hay que resignarse a la pobreza?
-No. Tenemos que luchar para salir de ella. Además, esta situación de crisis es una cosa transitoria y pasará.

-Hay 30.000 cordobeses que sufren pobreza severa. ¿Dónde está la avería del sistema?
-Sencillamente, el elevado paro que hay ahora mismo. Gente que pide ayuda que antes no necesitaba. Es ahí donde está todo.

-¿Caridad o justicia?
-Las dos cosas. Es justo que cada uno tenga lo necesario para vivir, pero también los que tenemos más medios debemos preocuparnos de que los tengan otros. Eso hacemos nosotros.

-Dígame un decreto ley contra la desigualdad.
-Todo está basado en la solidaridad. Un empresario que se sienta solidario y responsable tiene que hacer que sus empleados estén bien atendidos y valorar la labor que hacen. Eso es fundamental. Si cada uno se preocupa de eso, la sociedad mejorará.

-¿Un empresario sin sentido de justicia es un buen empresario?
-Creo que no.

-Sánchez Gordillo: ¿un Robin Hood o un demagogo?
-Estoy al margen de la política. Pero sí puedo decir que ése no es el sistema. Nosotros aquí recibimos todo lo que se nos da, pero no por otros medios.

-El 15% de los alimentos de los países desarrollados se tira sin abrir. ¿Qué dice el dato de nuestra sociedad?
-Que está mal. Y ésa es una de las aspiraciones del Banco de Alimentos: luchar porque todos estos los excedentes se puedan repartir.

-¿Qué crisis es la letal para el planeta: la financiera o la de los valores?
-La de los valores, sin duda. Y se han perdido muchos. Tener principios solidarios es lo fundamental. Cuando hay buena voluntad todo se resuelve. Nosotros los mayores hemos conocido otras épocas en que los valores tenían más importancia.

-¿Qué valores?
-Solidaridad, honradez.

-¿A quién le aplicaría usted la prisión permanente revisable?
-Mire: yo creo que el perdón tiene que estar por encima de todo. Pero tiene que haber un castigo para las personas que se olvidan por completo de los demás hasta matarlos.

-40.000 personas se mueren de hambre al día en el mundo. Como para tener fe en el ser humano.
-El sistema está montado de una forma que da este resultado. Hay alimentos para todos y la cuestión es hacer una buena gestión. Eso es lo que moralmente sentimos nosotros. Soy cristiano y sé que si nos lo proponemos, somos solidarios y repartimos a quien lo necesita podemos ir adelante. Que se tiren alimentos cuando hay personas que se mueren de hambre no lo entenderé nunca.

-¿En qué tiene usted esperanza?
-Por encima de nuestras actuaciones siempre confío en Dios, que abre nuevas puertas e ilumina los momentos difíciles.

-¿Dónde tiene que poner ahora más luz?
-Precisamente en recuperar los valores que hemos perdido.

-¿Qué futuro nos espera?
-Hay que ser optimista. Se irán arreglando las cosas. De los errores salen las soluciones a veces.

-¿Y qué error hay que corregir?
-No ser tan egoístas como somos.

-¿Hay que rescatar a los bancos?
-De eso no entiendo.

-Al Banco de Alimentos, se supone que sí. ¿No?
-El Banco de Alimentos está en su momento. Estamos todos trabajando con una ilusión y un empeño enorme. Y hemos encontrado una manera de ser eficaces en la sociedad.

Pese a que supera los ochenta, Luis Moreno Segura va cada mañana a las instalaciones de Mercacórdoba para poner su granito de arena. Exactamente igual que otra veintena de voluntarios que contribuyen diariamente a que la maquinaria de la generosidad no se detenga. «Esto es muy difícil de entender, pero aquí nadie cobra nada y se trabaja con una alegría extraordinaria». No lo ponemos en duda. La entrevista ya ha concluido. Apagamos la grabadora y el señor Moreno, antes de levantarse del asiento, se dirige hacia el entrevistador: «Le pido un ruego. Si he ofendido a alguien, bórrelo, por favor». Así sea.

Crisis
«El número de necesitados está creciendo proporcionalmente a razón de un 20%. Ahora viene a por comida un colectivo que antes no venía»
Condición humana
«Lo ideal es que hubiera trabajo para todos y nadie necesitara nada. Pero tenga en cuenta una cosa: pobres siempre ha habido y siempre habrá»
Respuesta social
«Hay mucha solidaridad. Donde vamos se abren las puertas. A medida que nos conocen, la gente responde estupendamente. Le damos las gracias a Dios»
Reflexión ética
«Que se tiren alimentos cuando hay personas que se mueren de hambre no lo entenderé nunca. Hay comida para todos. Sólo hay que hacer una buena gestión»

Publicado en ABC Córdoba el domingo 23 de septiembre de 2012
Textos: Aris Moreno
Fotografías: Rafael Carmona



No hay comentarios:

Publicar un comentario